Un dolor crónico es el que dura más de seis meses y es aquel que sufre una persona cuya patología no compromete la supervivencia a corto o mediano plazo, el dolor crónico puede durar varios años y comprometer no solo su parte funcional sino también emocional que lo puede llevar a empeorar la sintomatología.  El dolor crónico puede ser ocasionado por bursitis, artritis,  tendinitis y otros procesos inflamatorios, neuropatía, parálisis de Bell, síndrome de túnel carpiano, fascitis, cáncer, efectos postquirúrgicos con lesiones en nervios y otros, pero en todos los casos es conveniente buscar ayuda adecuada y especializada para controlarlo y mejorar la calidad de vida ya que un dolor continuo puede ocasionar depresión, aislamiento, empeorando aun más la sintomatología.

Existen diferentes tratamientos para disminuir la intensidad del dolor entre estos esta la terapia física que en muchas ocasiones es efectiva pero también en ocasiones  no duradera, haciendo que la persona asista por varios intervalos de tiempo a este tipo de tratamiento encontrando solamente un alivio por cortos periodos de tiempo. Cuando no se tienen en cuenta los aspectos emocionales y sus orígenes en el tratamiento, y solamente se limita a los síntomas físicos, el trastorno no desaparece sino que se intensifica, con la consiguiente frustración para el fisioterapeuta y paciente.

Un dolor físico  puede resultar de una herida emocional en nuestro pasado y que quedo anclada en el inconsciente y que ha sido arrastrada en el tiempo, por esta razón es importante hacerla consciente para sanarla. Una experiencia traumática quedará grabada y su manifestación en la vida cotidiana será de bloqueo, dolor físico, miedo o incapacidad para hacer determinadas cosas. El conjunto de emociones no resueltas se proyecta desde la memoria subconsciente, como una sombra sobre cada acto de la vida de la persona.

El tratamiento debe darse bajo un enfoque integral, no solo tratando la parte física afectada sino también la parte psicológica, buscando la raíz emocional de la patología y el dolor que esta genera. Es decir, cuando adicional se tienen en cuenta los factores emocionales y se lleva a cabo la psicoterapia correspondiente, los resultados suelen ser positivos.

La Terapia Regresiva Reconstructiva es una herramienta efectiva para llegar al origen o raíz de esas dolencias crónicas, que llevan al individuo a somatizar su dolor y crear su propia enfermedad ocasionada por sus miedos que muchas veces son inconscientes y que vienen de la propia historia familiar.

Regresar a nuestra niñez representa encontrarnos con un pasado que muchas veces queremos olvidar y que en muchas  ocasiones el presente no nos permite hacerlo, ese presente puede ser ese constante dolor focalizado en nuestro cuerpo que impide olvidar y dejar atrás aquello que ya no queremos recordar mas, pero que en realidad sigue viviendo, existiendo y manifestándose físicamente.

La Terapia Regresiva reconstructiva es una herramienta complementaria a la Fisioterapia para el tratamiento del dolor o cualquier dolencia física, debido a que ayuda al paciente a reconocer el origen emocional de su enfermedad permitiéndole resolver y sanar esa información dolorosa que  ha quedado anclada en el inconsciente y que de tanto retenerla y evitar que salga, hace que el cuerpo reaccione somatizandola como dolor por la parte física mas vulnerable. Es aquí donde por medio de determinados escenarios utilizados en esta técnica se logra llegar a ese punto físico doloroso asociado a una emoción que permite regresar atrás en el tiempo a ese momento donde fue creada, permitiendo así  reconocer de donde proviene, cual fue el patrón instaurado y las consecuencias asociadas a este. Al reconocerlo e identificarlos se puede acceder a un nuevo patrón que le permita la liberación de la información dolorosa anclada en su pasado y la creación de nuevos planes de acción para la resolución de los problemas, colaborando así a la realización de una rehabilitación física adecuada y eficaz para el paciente.

Nuestro cuerpo responde a lo que pensamos y sentimos, así que debemos comenzar ahí para entender que pensamiento y sentimiento desarmonizo y altero nuestro equilibrio corporal. Por esta razón es importante dejar de ver al individuo por partes, segmentos o especialidades y comprender la importancia del tratamiento integral, en las que todas las piezas trabajan en  sincronía.

Luz Adriana Palomino Hoyos
Especialista en Terapia Regresiva Reconstructiva

Psicoterapeuta Transpersonal

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